domingo, 20 de noviembre de 2011

Semón Domingo Ultimo después de Pentecostés

+ Continuación del Santo Evangelio según San Mateo (XXIV, 15-35)

Biblia versión Nacar-Colunga

 
(15)  Cuando viereis, pues, la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel, en el lugar santo!  (16)  (el que leyere entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes;"  (17)  el que esté en el terrado no baje a tomar nada a su casa,  (18)  y el que esté en el campo no vuelva atrás en busca del manto.  (19)  ¡Ay de las que estén encintas y de las que críen en aquellos días!  (20)  Orad para que vuestra huida no tenga lugar en invierno ni en sábado.  (21)  Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá,  (22)  y, si no se acortasen aquellos días, nadie se salvaría; mas por amor de los elegidos se acortarán los días aquellos."  (23)  Entonces, si alguno os dijere: “Aquí está el Mesías,” no le creáis,  (24)  porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y obrarán grandes señales y prodigios para inducir a error, si posible fuera, aun a los mismos elegidos.  (25)  Mirad que os lo digo de antemano.  (26)  Si os dicen, pues: “Aquí está, en el desierto,” no salgáis; “Aquí está, en un escondite,” no lo creáis,"  (27)  porque como el relámpago, que sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.  (28)  Donde esté el cadáver, allí se reúnen los buitres.  (29)  Luego, en seguida, después de la tribulación de aquellos días, se oscurecerá el sol, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y las columnas del cielo se conmoverán.  (30)  Entonces aparecerá el estandarte del Hijo del hombre, y se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y majestad grande.  (31)  Y enviará sus ángeles con poderosa trompeta y reunirá de los cuatro vientos a los elegidos, desde un extremo del cielo hasta el otro.  (32)  Aprended la parábola de la higuera. Cuando sus ramos están tiernos y brotan las hojas, conocéis que el estío se acerca;"  (33)  así vosotros también, cuando veáis todo esto, entended que está próximo, a las puertas.  (34)  En verdad os digo que no pasará esta generación antes que todo esto suceda.  (35)  El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Laus Tibi, Christe



Sermón

R.P. Adrián García FSSPX

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