- San Esteban, Rey de Hungría
- San Antonino o Antolín, Mártir
- San Brocardo, Confesor
- San Agrícola, Obispo de Aviñón
- San Castor, Obispo de Apt
- San Guillermo, Obispo de Roskilde
- Santa Margarita de Lovaina, Virgen y Mártir
- San Justo, Obispo de Lyón
- San Elpidio, Obispo de Lyón
- San Elpidio, Abad
- San Nonnoso, Abad
- Beato Gil de Cayaso, Monje
- Beato Bartolomé Gutiérrez, Presbítero y Mártir
- Beato Apolinario de Posat, Mártir
- Beatos Juan de Lau, Obispo de Arlés (Mártires de Septiembre)
- Beato Francisco José de La Rochefoucauld-Maumont, Obispo de Beauvais (Mártires de Septiembre)
- Beato Pierre Louis de La Rochefoucauld-Bayers, Obispo de Saintes, (Mártires de Septiembre)
- Beato Juan Francisco Burté, Franciscano (Mártires de Septiembre)
- Beato Alejandro Lenfant, (Mártires de Septiembre)
- Beato Carlos de la Calmette, Conde de Valfons
- Beato Jacobo Galais, (Mártires de Septiembre)
- Beato Jacobo Friteyre-Durvé, (Mártires de Septiembre)
- Beato Juan Guilleminet, (Mártires de Septiembre)
- Beatos Agustín Chevreux, (Mártires de Septiembre)
- Beato Francisco Luis Hebert, (Mártires de Septiembre)
- Beato Pedro Guérin du Rocher, (Mártires de Septiembre)
- Beato Roberto du Rocher, (Mártires de Septiembre)
- Beato Luis José François, (Mártires de Septiembre)
- Beato Enrique Guyer, (Mártires de Septiembre)
- Beato Yyves Guillon de Keranrun, (Mártires de Septiembre)
- Beato Renato Massey y Luis Barreau de la Touche, (Mártires de Septiembre)
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
SAN ESTEBAN
Rey de Hungría
Quien es justo justifíquese más,
y quien es santo santifíquese más.
(Apocalipsis. 22, 11).
R. Deo Gratias.
SAN ESTEBAN
Rey de Hungría
Quien es justo justifíquese más,
y quien es santo santifíquese más.
(Apocalipsis. 22, 11).
San Esteban, duque de Hungría en el año 997, combatió victoriosamente, aun a mano armada, contra la rebeldía, la idolatría y la esclavitud en sus Estados, y dio ejemplo a sus súbditos de todas las virtudes. Una gran parte de las noches pasábala orando y meditando, y, para con los pobres, mostraba una gran generosidad verdaderamente real hasta llegar a vender su vajilla para socorrerlos. Recibió la corona real del Papa Silvestre II, y dividió su reino en once diócesis, después de haber llamado a él a una cantidad de clérigos y monjes. Este rey apóstol, para favorecer las relaciones entre los pueblos, fundó hospitales con monasterios en Jerusalén, Constantinopla, Roma y Ravena. Una madre cristiana, Gisela de Baviera, lo había formado. De noche, iba de incógnito a los hospitales y prestaba a los enfermos los más humildes servicios. Consagró su reino a la Madre de Dios, y la Virgen, en retorno, lo llamó al cielo el día de su gloriosa Asunción, en 1038.
MEDITACIÓN SOBRE LA JUSTICIA
I. Temed la justicia de Dios; será terrible en el otro mundo. Ahora la misericordia le ata las manos, pero entonces habrá pasado el tiempo de la misericordia, y Dios nos juzgará en todo el rigor de su justicia. ¿Qué será de mí, Señor, si de tal modo me juzgáis? ¡Ah! es preciso que sea yo mismo mi juez, y que me condene a hacer penitencia de mis pecados en este mundo; porque Vos me indultaréis, si yo me castigo a mí mismo. Cuanto menos te perdones a ti mismo, tanto más te perdonará Dios. (Tertuliano).
II. Cuando hables de los demás, sé justo con ellos; habla de lo que les concierne como de lo que te toca a ti mismo. Al oírte, diríase que todo lo que tú haces es excelente, y que todo lo que hacen los demás deja mucho que desear. Mucha injusticia hay y poquísima caridad en la comparación que haces de tus acciones con las de tu prójimo.
III. Trabaja por hacerte cada día más justo y más santo; olvídate del poco bien que hiciste, para no pensar sino en los pecados que cometiste. Considera cuán alejado estás todavía de la santidad de Jesucristo y de los elegidos; compara también tu vida con la de tantas santas almas que conoces, y te humillarás viendo el camino que te queda por recorrer para llegar a la santidad. Pon manos a la obra con valentía. No avanzar es retroceder; porque nada queda estacionario en esta vida. (San Bernardo).
II. Cuando hables de los demás, sé justo con ellos; habla de lo que les concierne como de lo que te toca a ti mismo. Al oírte, diríase que todo lo que tú haces es excelente, y que todo lo que hacen los demás deja mucho que desear. Mucha injusticia hay y poquísima caridad en la comparación que haces de tus acciones con las de tu prójimo.
III. Trabaja por hacerte cada día más justo y más santo; olvídate del poco bien que hiciste, para no pensar sino en los pecados que cometiste. Considera cuán alejado estás todavía de la santidad de Jesucristo y de los elegidos; compara también tu vida con la de tantas santas almas que conoces, y te humillarás viendo el camino que te queda por recorrer para llegar a la santidad. Pon manos a la obra con valentía. No avanzar es retroceder; porque nada queda estacionario en esta vida. (San Bernardo).
La justicia
Orad por la Iglesia en Hungría.
ORACIÓN
Conceded a vuestra Iglesia, oh Dios omnipotente, que después de haber tenido al bienaventurado Esteban, vuestro confesor, como su propagador durante su reinado terrenal, merezca ella encontrar en él un glorioso defensor en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.
Orad por la Iglesia en Hungría.
ORACIÓN
Conceded a vuestra Iglesia, oh Dios omnipotente, que después de haber tenido al bienaventurado Esteban, vuestro confesor, como su propagador durante su reinado terrenal, merezca ella encontrar en él un glorioso defensor en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.
FUENTE: http://devocioncatolica.blogspot.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario